La soja es una excelente fuente de proteínas (35%), contiene bastante grasa insaturada saludable (18%); carece casi por completo de almidón, aunque posee numerosos glúcidos (32%), y es una notable fuente de hierro.
En casa, germino la soja. Es una manera natural, económica y saludable de utilizarla. Lo hago de la siguiente manera:
1.- Dispongo la soja biológica verde en grano en el fondo de un plato llano con un poco de agua (también se puede pulverizarla). Introduzco el plato en un lugar oscuro y no frío. El plato nunca debe tener demasiada agua o el grano se pudriría. Pulverizo o remojo tres o cuatro veces al día, dejando siempre un mínimo de agua en el fondo del plato para que la soja se mantenga húmeda. Después de más o menos un día observo ésto:
3.- Si se han cumplido los puntos anteriores (ambiente adecuado, agua pulverizada y lugar oscuro), el segundo día aparece algo parecido a ésto (todo ello sigue desarrollándose sólo con agua, soja verde y un plato):
4.- Finalmente, consigo germinados de un tamaño superior al que podéis ver aquí. El tercer o cuarto día deberían estar en su tamaño máximo. Después de cuatro días no crecen más, es inútil mantenerlos durante más tiempo. Haciéndolo bien, queda un germinado superior al que se vende en botes en los supermercados. También tiene un sabor más fuerte, ya que cuando adquirimos uno comercializado lleva por lo general algo de azúcar en el líquido que lo conserva.
5.-También podemos fazer a conserva casera: hervir el agua, escaldar la soja unos minutos y envasarla, poner 4 partes de agua por una de vinagre de manzana, un poco de sal de hierbas, taparla y hervirla 20 minutos al baño Maria. Lista para guardar y comer.
Los germinados deben mantenerse en frío y consumirse rápidamente (tres días máximo), para que no pierdan sus propiedades. Antes de usarlos, deben retirarse las cascarillas bajo el agua y enjuagarse en agua limpia.
¡Está deliciosa!
1.- Dispongo la soja biológica verde en grano en el fondo de un plato llano con un poco de agua (también se puede pulverizarla). Introduzco el plato en un lugar oscuro y no frío. El plato nunca debe tener demasiada agua o el grano se pudriría. Pulverizo o remojo tres o cuatro veces al día, dejando siempre un mínimo de agua en el fondo del plato para que la soja se mantenga húmeda. Después de más o menos un día observo ésto:
3.- Si se han cumplido los puntos anteriores (ambiente adecuado, agua pulverizada y lugar oscuro), el segundo día aparece algo parecido a ésto (todo ello sigue desarrollándose sólo con agua, soja verde y un plato):
4.- Finalmente, consigo germinados de un tamaño superior al que podéis ver aquí. El tercer o cuarto día deberían estar en su tamaño máximo. Después de cuatro días no crecen más, es inútil mantenerlos durante más tiempo. Haciéndolo bien, queda un germinado superior al que se vende en botes en los supermercados. También tiene un sabor más fuerte, ya que cuando adquirimos uno comercializado lleva por lo general algo de azúcar en el líquido que lo conserva.
5.-También podemos fazer a conserva casera: hervir el agua, escaldar la soja unos minutos y envasarla, poner 4 partes de agua por una de vinagre de manzana, un poco de sal de hierbas, taparla y hervirla 20 minutos al baño Maria. Lista para guardar y comer.
Los germinados deben mantenerse en frío y consumirse rápidamente (tres días máximo), para que no pierdan sus propiedades. Antes de usarlos, deben retirarse las cascarillas bajo el agua y enjuagarse en agua limpia.
¡Está deliciosa!
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